TIPS PARA ESPERAS

¿Alguna vez has sufrido una espera con un niño a tu lado? No importa si es tuyo o del vecino; pero, lamentablemente, puede dar lugar a situaciones un tanto incómodas: gritos, lloros, corridas, movimientos sin control. En resumen, molestias a los que están alrededor y al mismo familiar que no sabe bien qué hacer con la criatura.

La verdad es que nos pasamos un montón de tiempo haciéndo cola y esperando que llegue nuestro turno en muchos lugares: colas de supermercado, consultas de médicos, salas de espera, en el colegio del hermano,… Se dice que pasamos esperando cuatro años de nuestra vida; y eso incluye a nuestro niños cuando los llevamos «pegados».

Así que aquí van unos trucos prácticos para aliviar estas esperas.

Escoge los horarios

Sé que a veces, esto es difícil. Las consultas e instituciones tienen un horario cerrado. El niño está enfermo y hay que verle cuanto antes. Es complicado establecer cuánta cola habrá en el supermercado a la hora de pagar. Sin embargo, dentro de los márgenes que dispongamos, te aconsejo que seas tú quien tenga la última palabra en cuestión de citas. Quizás es posible cambiar el día a uno en que haya más horas disponibles. Siempre que se pueda, concierta con antelación y no esperes hasta el último día cuando hay que contentarse con los espacios disponibles que haya.

Evita las horas previas a comidas, o cuando es más probable que el niño esté más cansado. También ten en cuenta si habrá que levantarle antes o acostarle más tarde. O sacarle antes de clase o alguna actividad o simplemente cancelarla

Adapta tu agenda

Vale. Ahora ya tienes la cita para el médico o el dentista o ya has planeado la visita al supermercado o el trámite necesario. Ya sea que ha sido una hora que has escogido tú o te ha sido impuesta por las circunstancias, es hora de mirar alrededor y adaptar el resto de la agenda del día.

Por ejemplo, si la cita era antes de ir a clase, ten en cuenta avisar en tu trabajo que vas a llegar más tarde. O decide cocinar algo sencillo o prepararlo el día anterior. El caso es que los niños tienen sus ritmos y eso de simplemente acelerar como hacemos los adultos, no siempre funciona. Y claro, acabamos enfadados y molestos porque no llegamos al siguiente compromiso.

Si coincide la visita al supermercado con la hora de la merienda, sé consciente que tendrás que comprarle algo para comer o llevarle a merendar antes. En el caso de que coincida con la hora de la siesta, quizás es buena idea usar la silla o ir en coche. Si es temprano, prepara la ropa el día anterior e infórmale que se va a tener que levantar temprano al día siguiente. Dale de desayunar algo que le guste y que no tarde mucho o decídete por un desayuno «para llevar». Facilita a tu hijo todo al máximo.

Espera con él

Las esperas son incómodas para todos. Sin embargo, los adultos sabemos (o deberíamos saber) entretenernos más fácil y demostrar paciencia. Los niños no. Se aburren rápidamente (y más, actualmente). Y es entonces, cuando se empiezan a mover sin control, a llorar, a gritar; en resumen, a demandar atención. Por eso, un consejo es que esperes con él. Es decir, no le dejes a su aire sino que le guíes en entretenerse. Asegúrate de llevar una bolsa «mágica». Como la de Mary Poppins. Llénala con agua, galletas o barritas de pan, libros, pinturas y cuadernos, pequeños juguetes (que no hagan ruido) y juega con él. Cuéntale una historia, cántale una canción, señalale ilustraciones de un libro e inventa personajes nuevos.

Sí, ya sé que hoy en día el elemento más socorrido es poner youtube en tu teléfono personal. Sin embargo, es un buen momento para tener un tiempo significativo con tu hijo o hija. Aprovéchalo. Ellos lo recordarán y no se quejarán cuando tengan que ir a lugares que sepan que les toca esperar.

Y no necesitas tener juguetes. Con los dedos, se pueden hacer personajes y la mano es un buen monstruo 🙂

¿Y ahora qué?

  1. La próxima vez que tengas que asistir a alguna cita con el niño que sabes que te va a tocar esperar, piensa en qué hora es más conveniente para él y no para ti mismo.
  2. Asegúrate de tener un buen baúl de contingencias con comida y elementos para mantenerlo entretenido.
  3. Desempolva de tu memoria los cuentos que te contaron cuando eras pequeño y actualízalos con efectos sonoros para que sean un recuerdo en la memoria de tus peques.
  4. Cuéntame en los comentarios si has podido poner en práctica alguno de estos trucos y si te ha ayudado a pasar el tiempo.
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Más información

Fagundes, Dave, The Social Norms of Waiting in Line (2015). Law and Social Inquiry, Forthcoming; U of Houston Law Center No. 2016-A-25. Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=2568322 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2568322

Sanz, Elena. Pasamos cuatro años de nuestra vida haciendo cola. El Mundo. 24/04/17. Recuperado de: https://www.elmundo.es/papel/historias/2017/04/24/58fa2341268e3e9a098b479e.html.

Sánchez Rojo, Alberto. El aburrimiento como competencia: Educación para un mundo sobrestimulado. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5757853. Con DOI: http://dx.doi.org/10.14201/teoredu201628293112

Imagen cortesía de #juntos por los niños en Flickr.