LA SEPARACIÓN: Lecciones en Familia

Seguimos otra semana sin poder salir de casa. Por lo que una vez más os presentamos: «Lecciones en Familia» para aprender de Dios todos juntos: mayores y pequeños. Continuamos con la serie de Génesis.

Pongámonos de pie (que nos vamos a oxidar sin movernos) y bailemos la siguiente canción que nos presenta Xtreme Kids: Boom boom, vives en mi corazón.

Introducción

La semana pasada aprendimos cómo Dios había creado un lugar muy bonito con luz, plantas, animales y todo lo necesario para que el hombre y la mujer pudieran vivir a gusto. ¿Os acordáis?

Les dijo también que gobernaran sobre los animales y toda la tierra. Era toda para ellos. ¿Qué os parece si fuerais vosotros los que vivierais en un sitio como ese? Si fuera yo, no querría irme nunca.

Y sin embargo, algo pasó que Adán y Eva tuvieron que dejar ese lugar ¿Queréis saber qué fue? Fue un momento triste para todos. A ver ¿cómo ponéis vosotros caras de felices? ¿Y ahora caras muy tristes? Adán y Eva pasaron de estar felices y tener lo que necesitaban sin casi esfuerzo a estar tristes y tener que esforzarse para conseguir alimento. ¿Por qué? Pues vamos a verlo.

Lección

Los días pasaban en el Jardín del Edén que es como la Biblia nos dice que se llamaba ese lugar. Dios le había dicho a Adán que podían comer del fruto de tooooodo árbol que había en el huerto excepto de uno, del árbol del bien y del mal, pero del resto podían comer sin ningún problema.

Y durante un tiempo, eso hacían: comían lo que necesitaban. También jugarían con los animales, investigarían … y dice la Biblia que Dios mismo paseaba con ellos y hablaban juntos. Que guay poder hablar con Dios cara a cara ¿verdad?

Sin embargo, un día, una criatura mala y oscura se metió por medio. No le cayó bien que Adán y Eva estuvieran tan contentos y fueran tan felices y quiso hacerles daño. Así que esta criatura tomó forma de serpiente, se acercó a Eva y le engañó diciéndole algo que no era cierto :”¿Conque Dios ha dicho que no podéis comer de todo árbol del huerto?” Y Eva le contestó: “Podemos comer de todo árbol del huerto. Solo del que está en el centro no podemos”. Y la serpiente le respondió: “¿Sabes por qué no quiere que comáis de ese árbol? Porque si lo hacéis seréis como Él ¿Porque no coméis?”

Y Eva hizo algo que no debió hacer: prestó atención a lo que la serpiente le estaba diciendo y no se tomó tiempo en meditarlo ni en preguntar a Adán si eso era verdad. ¿Alguna vez ha venido alguien y os ha empujado a hacer cosas que mamá o papá o la profe os había dicho que no hicierais? No sé. Por ejemplo, que veas a tu hermano coger galletas fuera de horas y te diga: “no pasa nada. Podemos comer ahora. Coge tu también” ¿Y qué ha pasado? ¿Lo habéis hecho o no? Porque en este caso, Eva hizo lo que la serpiente le dijo y comió de la fruta del árbol del bien y del mal.

En el momento en que comió, se dio cuenta de que había hecho algo que no debía de haber hecho. Sin embargo, en vez de lamentarlo y pedir perdón, se fue donde Adán y le hizo lo mismo que la serpiente le había dicho: le convenció para que también comiera y así no estuviera sola en la fechoría. ¿Tú hiciste también lo que tu hermano te dijo? ¿Cómo te sentiste luego?

Así que ahí estaban Adán y Eva: sabiendo que habían hecho algo que no debían haber hecho. Lo primero que hicieron fue taparse porque hasta entonces no lo habían visto necesario. Y lo siguiente fue mucho más tremendo ¿sabéis qué fue? Se escondieron de Dios cuando Él les llamó. Eso es lo peor: ¡separarse de la persona que te ama un montón!

Cuando Dios preguntó a Adán y Eva por qué se habían escondido de Él, si habían comido del árbol que les había explicado claramente que no comieran, ellos comenzaron a echarse la culpa mutuamente: “ha sido la mujer, ha sido la serpiente,…” Pero como seguro que a tu madre no le importó cuando empezaste a echar la culpa a tu hermano, a Dios tampoco: Adán y Eva habían desobedecido y desgraciadamente había unas consecuencias.

Dios, muy triste,.. ¿os acordáis que antes estaban alegres y felices? Pues ahora no. Dios, muy triste, les dijo que a partir de ahora, porque habían desobedecido, tendrían que trabajar la tierra para tener alimentos, e iban a tener dolor. Pero lo más triste de todo fue que ya no caminarían con Dios en el jardín del Edén, ya no estarían tan cerca de Él.

Dios los perdonó y les dio ropas para que no estuvieran desnudos, pero como no habían sido agradecidos y no habían seguido las instrucciones que Dios les había dado para cuidar el jardín que Él había creado, tuvieron que dejarlo. Y para asegurarse que no pudieran volver a entrar, puso en la entrada del jardín unos ángeles con una espada de fuego.

Conclusión

Cuando Adán y Eva desobedecieron, Dios no los desechó, ni se enfadó con ellos, les ayudó aunque tuvo que sacarlos del jardín para que no hicieran nada que les hiciera más daño todavía. Y no solo les ayudó, sino que les dijo que había una manera de volver a estar con Él de la misma manera.

Dios quiere que vivamos felices y por eso, nos da instrucciones para que nos vaya bien. Cuando no seguimos estas instrucciones, no nos va bien ni nos sentimos alegres. Una vez una madre estaba cocinando y su hijo pequeño estaba cerca. El pequeño era muy curioso y le preguntó a su madre si el fuego estaba caliente. La madre le dijo: “Sí, por eso no hay que tocarlo”. Pero el niño, en vez de creer a su madre, puso la mano sobre el fuego caliente. ¿Qué creéis que le pasó? Exactamente. Se quemó.

Es lo mismo con Dios. Él nos da instrucciones para que nos vaya bien, para protegernos de peligros y cuando no obedecemos, nos ocurren cosas que nos hacen mal. Dios perdona si lamentamos lo que hemos hecho y pedimos perdón, pero a veces, no es posible escapar de las consecuencias de nuestros actos. Dios perdonó a Adán y Eva, pero tuvieron que dejar el jardín del Edén.

¿Queréis que os vaya bien y ser felices? Pues conviene que obedezcáis lo que Dios dice 🙂

Versículo

Dios nos da consejos para que nos vaya bien en la vida. Es como el médico que sabe lo que tenemos que hacer para ponernos bien pronto o el cocinero que conoce cómo mezclar bien los alimentos para obtener una comida sabrosa. Él nos conoce ya que nos creó y sabe cómo somos y lo que necesitamos en cada mometno. Así que si queremos que tener una vida plena, obedezcamos 😉

Y nos mandó Dios que hagamos lo que nos dice para que nos vaya bien todos los días

Deuteronomio 6:24

Actividades

Y a continuación, os proponemos varias actividades y dinámicas para aprender más del tema de hoy. Familias, escoger la que mejor se adapte a las edades de vuestros niños y al momento del día.

  1. Juega al «Frío-calor». Que alguien esconda un objeto en cualquier habitación de la casa. Los demás tienen que encontrar el objeto siguiendo las indicaciones: «frío» cuando se va alejando y «calor» cuando te vas acercando al lugar donde está escondido. ¿Cuántas veces te has quemado?
  2. Haz una espada corta de cartón con rollos de papel de cocina. Sigue las instrucciones de este enlace: «Cómo hacer una espada de juguete» Si no tienes cajas de cartón, usa las cajas de cereales. Como los cereales vienen en bolsas en el interior, puedes usar la caja sin esperar a que se acabe. Otra opción para la empuñadura es el cartón que traen los packs de la leche.
  3. Visualiza el vídeo: «Las 10 frutas exóticas y más bellas del mundo«, pero sin sonido. Observa los colores, tamaños, peculiaridades (¡alguno tiene hasta cuernos!), y diseñar vosotros una fruta. ¿Qué tamaño tendría? ¿Crecería en un árbol o en un arbusto? ¿De qué color? ¿Con cáscara o no? ¿A qué sabría? Hacer un mural con las propuestas de todos los de casa y sacar una foto.
  4. Baila el baile «Boom boom, vives en mi corazón». Hacer un concurso de bailes con el resto de la familia. El mayor de la casa será el jurado.
  5. Lee el texto de Génesis 3 en la Biblia donde se encuentra la historia que hemos aprendido hoy.
  6. Pon música al versículo y apréndetelo. Después, grábalo en vídeo.
  7. Tomar dos trozos de papel y boli para cada uno. Escribe en uno de los trozos algo que te hace feliz y en el otro, algo que te pone triste. Doblar los papelitos y meterlos todos juntos en un recipiente. Sacar los papeles por turnos y hay que adivinar quién escribió cada cosa. Cuando se adivine correctamente, comentar por qué te alegra o te entristece. Durante la semana, escoger una persona de la familia y contentarle con lo que escribió evitando lo que le entristece.
  8. Haz galletas parecidas a las que se ha comido Graciela Marina. En el documento de debajo te dejo la receta que me pasaron mis padres y que yo hacía con mis hijos. Espero que te gusten.

¿Y ahora qué?

  1. Saca fotos de las actividades o grábalos en vídeo y publícalas en el grupo de WhatsApp de tu iglesia o en el grupo de Facebook.
  2. Comparte en los comentarios abajo qué fue lo que más te gustó o si tuviste que modificar para adaptarlo y por qué razón o si se te ocurrió alguna actividad distinta sobre el tema. Quizás inspires a otros en tu misma situación.
  3. Si te ha parecido provechoso esta entrada, te agradezco si le das a “like” debajo o lo compartes en las RRSS para que más gente pueda conocer este blog y pueda ser bendecida con todas nuestras aportaciones.
  4. También puedes echar un vistazo al grupo en Facebook y plantearte participar. Tus experiencias seguro que bendicen a otros.

Más información

Graciela Marina. Confeccionado por Títeres Susan.

Iglesia de la Costa Daurada y su Departamento de Ministerios Infantiles. Así como todo el equipo de multimedia.

Ministerio Infantil Xtreme Kids. Alabanza y coreografías dirigidas a los niños.

Pequeocio.com. «Como hacer espadas de juguete«.

Rincón abstracto. «Las 10 frutas exóticas y más bellas del mundo«. Curiosidades del mundo.

Ser padres. «24 recetas para cocinar con niños«.